A solo días del final de la temporada de fútbol en Europa, pronto se empezará a analizar quien fue el mejor jugador de esta temporada. Dentro de poco sabremos quien se quedara con la Bota de Oro y el Balón de Oro o el nuevo premio “The Best” de la FIFA. Habrá galardones para distintas categorías, pero lo que no habrá desafortunadamente es un premio para el jugador más completo. ¿Qué hace que un jugador sea completo? ¿Que haga muchos goles? (Ej. Messi, Ronaldo, Suárez, Neymar.) ¿Que sea un gran defensa, pero que también haga goles de vez en cuando? (Ej. Marcelo, Ramos, Godín, Alaba) ¿Que juegue bien en la ofensiva, la defensiva y controle bien el balón en medio campo? (Ej. Kroos, Modric, Vidal, Pogba, Isco.)
Es difícil encontrar un jugador total que se destaque en todas las áreas del juego, pero sería aún más difícil si añadimos otros parámetros que normalmente no se toman en cuenta. Por ejemplo, el jugador más limpio y que menos perjudicó a su equipo con tarjetas o sanciones, o el jugador que más inspiró a su equipo, o el jugador que más se destacó fuera de la cancha. Estas son otras áreas importantes del juego del fútbol que debe tomarse en cuenta. Cuando un equipo contrata un jugador, no solo evalúa su rendimiento en la cancha sino su comportamiento fuera de ella. Hay cuatro niveles de todo jugador que determina su grandeza: físico, emocional, mental, y espiritual. Las dos primeras tal vez son más obvias pero las ultimas dos son igual de importante aunque menos conocidas.
NIVEL #1 FÍSICO – la fuerza: se refiere estrictamente a la condición física; casi todos los jugadores profesionales lo tienen. Cubre muchas de las descripciones mencionadas anteriormente: Rapidez, agilidad, fuerza, resistencia. Este se logra con gran esfuerzo y disciplina y, casi todos los jugadores profesionales lo tienen.
NIVEL #2 EMOCIONAL – el corazón: se relaciona con la pasión y la motivación emocional y le da intensidad y concentración y determinación del jugador. También describe al jugador sereno, capaz de aguantar la presión y la provocación de otros jugadores y fanáticos. Dos jugadores que encajan en este nivel eran Ronaldinho y su alegría y Raúl y su serenidad. Jugadores como estos rara vez pierden la cabeza o perjudicaban a su equipo con una tarjeta roja o sanción. También se ve a nivel de equipo como grande selecciones y equipos de clubes que no se desmoronan ante la grandes presiones, (Ej. Brasil, Argentina, Alemania, Italia, Real Madrid y Barsa.) Estos equipos y jugadores tienen una ventaja porque desarrollan bien está formación emocional. Está madurez viene con los años de experiencia, o con la formación correcta de parte de los entrenadores y los propios padres.
NIVEL #3 MENTAL – el cerebro: se enfoca en lo táctico y lo técnico. Es la capacidad de visualizar el juego a otro nivel. (imaginate a Neo de la película matrix quien tenía la capacidad de ver el mundo en cámara lenta.)
Está área abarca muchos aspectos, desde la técnica de juego hasta la táctica y determina la efectividad de nuestras áreas física y emocional. Este nivel es tan complejo que dedicaremos la mayor parte de este artículo a desarrollarlo.
Te sorprendería si te dijera que la parte del cuerpo que más se utiliza en el juego de fútbol no son los pies, sino la cabeza. No me refiero a cabecear el balón literalmente sino en el sentido figurado de usar la cabeza. El futbolista debe reconocer que el éxito no está solo en la condición física, sino en la mental. El buen uso de la mente, y no de los pies, es el catalizador que hace a un gran jugador.
La verdad es que no puedes ser bueno con los pies sin la ayuda de la mente. El término memoria muscular describe la habilidad de nuestros músculos de responder automáticamente y sin esfuerzo gracias a un entrenamiento repetitivo de un movimiento que por naturalidad es difícil. Mientras más practicas un movimiento, tu mente ayuda a crear esa memoria muscular que hace que sea más fácil con la repetición. Dicen que 10000 horas de práctica es el número mágico de la grandeza. La verdad es que aunque el cuerpo se lleve el crédito, el cerebro es el verdadero genio detrás de todo.
La mente, a diferencia de los pies, se utiliza en cada segundo de un partido; tengas o no el balón. El éxito de un jugador se determinará por la efectividad de los constantes cálculos que haga en el juego (y a veces hasta afuera del juego.)
Dentro de la cancha: nunca pensamos en los cálculos constantes que hace un jugador en la cancha; por ejemplo, saber exactamente cuándo impactar un balón en movimiento; medir la distancia, ángulo, fuerza de un remate hacia la arquería; calcular el momento del salto, la altura, la trayectoria del balón; y el ángulo para cabecear. Estos son solo algunos ejemplos de cómo la mente es exigida constantemente y todo en fracciones de segundos. Ya vemos por qué el jugador debe estar en gran forma mental para dar su mejor versión.
Fuera de la cancha: el verdadero partido empieza mucho antes del pitazo inicial. Minutos, horas, y hasta días antes, el jugador empieza a analizar el partido y a mentalizarse. No solo es un momento oportuno para dibujarse una estrategia y estudiar al contrincante, sino también para motivarse o despejar su mente de preocupaciones.
Una vez que reconocemos la importancia de una mente en forma, nos lleva al punto más importante de que podemos hacer al respecto. Tal vez no tenemos ni idea de cómo poner en forma nuestra mente y protegerla del estrés.
Al igual que las lesiones musculares, una mente no saludable puede impedir el buen rendimiento de un jugador causando errores mentales dentro y fuera de la cancha que pueden ser muy costosos. Estos son algunos ejemplos que pueden causar errores mentales en un jugador: estar distraído, molesto, cansado, enfermo, intoxicado, incómodo, presionado, inseguro, descontento, asustado, el orgullo, la arrogancia, el pesimismo o falta de fe en sí mismo, incluso la altura, etc. Una palabra tiende a arropar todas estas anteriores – MOTIVACIÓN.
Tal vez recuerdes uno de los casos más emblemáticos cuando el brasileño Ronaldo jugó enfermo la final de la Copa Mundial Francia 98. Sin menospreciar el gran partido de Francia con su estrella Zidane, que le robó el estrellato al “fenómeno” Ronaldo que venía de estar en su mejor etapa futbolística, pero que ese día no apareció. La selección de Brasil subestimó lo crucial de estar mentalmente sano y motivado.
El ser humano necesita más que nada motivación para alcanzar su mejor rendimiento. La motivación puede ser obstaculizada por la lista de ejemplos anteriores y, como mencionamos, algunos de estos ocurren fuera de la cancha.
Hemos visto como muchos jugadores decaen en su carrera profesional por falta de motivación. Problemas como los familiares, físicos, sociales, legales, o de abuso de sustancias y adicciones pueden destruir la motivación de un jugador
En la Copa América Chile 2015 el jugador Arturo Vidal chocó su automóvil en su tiempo libre creando una gran polémica si debía o no jugar. El año siguiente en la Copa Centenario 2016, Messi llegó tarde por un lío legal y familiar de presunta evasión de impuestos. Aunque el primer jugador lidió con su estrés y ganó la Copa América, el segundo jugador, no solo perdió la final sino que en su frustración y estrés anunció su renuncia prematura de la selección causando una explosión mediática mundial de la cual luego se retractó para el alivio de todos.
¿Cómo lidian emocionalmente estas superestrellas con tanta presión social que viven a diario ante la mirada del mundo entero? La salud emocional es la clave principal para mantener la motivación que permite que el jugador no solo llegue a ser una superestrella sino que pueda mantener ese nivel. La ciencia tiene su manera de lidiar con este problema a través de la psicología, pero ¿Me interesa que dice el Creador?
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:7
Dios está diciendo que solo Él puede dar paz a nuestros pensamientos cuando nuestra mente tiende a estresarse, lo cual nos lleva al último nivel.
NIVEL #4 Espiritual: – tu alma: tu relación con Dios y como afecta tu relación con otros y tu juego.
Esto lo cubrimos un poco en el artículo pasado cuando hablamos de jugar según la reglas de Dios, ya que somos primeros su creación antes que ser futbolistas. (Leer aquí)
No debería sorprendernos descubrir que La Biblia menciona las cuatro partes del ser humano ya mencionadas. La Biblia no solo identifica lo complejo y multifacético que es el hombre sino que reconoce que el éxito en la madurez total del hombre depende del esfuerzo por perfeccionar estas cuatro áreas de la vida. A tal punto que Dios resume todos los mandamientos de la Biblia en una sola frase conocida como el gran mandamiento:
“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, toda tu alma, toda tu mente y toda tus fuerzas” (Marcos 12:30)
Dios, parecido a un buen entrenador, quiere pulir a sus jugadores en todas las áreas importantes. Un jugador que carece en cualquiera de estas áreas no está alcanzando su potencial total y es susceptible a desmoronarse bajo la gran presión en los niveles más alto de competencia.
Aunque las primeras 3 áreas del jugador eran un tanto obvias, esta cuarta área es un misterio para la mayoría y por lo tanto mucha veces es ignorada. No podemos evitar la realidad de que somos seres espirituales y no solo físicos. Tenemos un alma que trasciende este cuerpo físico y anhela saber nuestro origen, propósito y destino. Está alma no puede ser satisfecha con placeres terrenales y temporales como el éxito, la fama, y el poder. Su apetito es la esperanza, pertenencia, amor, propósito y eternidad, y no se conforma con nada menos. El alma quiere conocer a su creador, su razón de vivir y su destino.
Entre los beneficios que goza el jugador que está sano espiritualmente, está el que pueda mantener la calma en la tormenta y mantenerse enfocado. Puede estar en paz con otros, consigo mismo y más importante aún con Dios. Es no tener esa presión falsa que el mundo pone en uno. Es la clave para poder controlar los otros tres niveles.
En resumen, la mayoría de los futbolistas solo dominan uno o dos de estas áreas, los grandes jugadores dominan hasta tres de estas áreas. Son pocos los jugadores que dominan los 4 niveles. Estos jugadores son perfectamente balanceados y tremendamente exitosos. Yo los llamo jugadores cuatro estrellas. Un jugador nivel 4 es alguien a quien debes temer. (Existen jugadores 5 estrellas, pero esa última estrella trasciende el fútbol y lo cubriremos en otro artículo.)
El atleta mundialista más grande, (que por cierto no es futbolista sino nadador,) nos proporciona el ejemplo de lo que pasa cuando un gran atleta carece el último nivel espiritual.
Michael Phelps ganador de 28 medallas olímpicas, 23 de las cuales son de oro, es sin duda alguna el atleta más condecorado y grande de la historia de las olimpiadas. En una entrevista en ESPN cuenta que una vez que alcanzó su éxito, al llegar a la cima del mundo de la natación y habiendo ganado oro en todos las categorías, se retiró de la natación por haber perdido no solo la motivación sino el mismo propósito de existencia. Contó como pasaba días encerrado en su habitación pensando en terminar su vida. Paso de ser un héroe nacional a un villano cuando fue arrestado tras su segundo incidente de conducir bajo influencia del alcohol a altas velocidades. Los patrocinantes le cancelaron el contrato y la selección lo suspendió del equipo de natación. Allí, tocando fondo y no queriendo seguir vivo, recibió un obsequio de un amigo que lo convenció de no darse por vencido y recluirse en un lugar de desintoxicación. El regalo fue un libro que Michael llevó consigo al centro de rehabilitación. El título del libro era “Una Vida con Proposito” escrita por el Pastor Rick Warren. Este libro bestseller se enfoca en contestar las tres preguntas existenciales del ser humano. De dónde vengo, por qué estoy aquí, y a dónde voy.
Durante esos dos meses recluido no solo quedó restaurado, sino que encontró un propósito para su vida, un camino que lo llevó a ganar 5 medallas más de oro y una de plata en Río 2016 a la edad de 31 años. Más importante aún ahora tiene una esposa e hijo, otro propósito clave en su vida.
Nada te da más motivación que saber que tu vida tiene sentido, que fuiste creado con propósito, y que tienes un destino seguro cuando esta vida acabe. El significado en la vida y la esperanza venidera es el mejor motivador del ser humano y de un deportista que sabe que su carrera es corta y su vida en la tierra también.
A diferencia de lo que la gente cree, no todas las religiones te darán las mismas respuestas o esperanza, pero investigar y descubrir la verdad sobre estas preguntas vale la pena ya que hay bastantes evidencias para el que esté interesado en buscarlo. La Biblia es la mejor fuente; pero para los que les cuesta entenderla, libros como el de Rick Warren es un buen lugar donde empezar.