Todas las semanas vemos como Salomón Rondón protagoniza una especie de lucha de titanes.
El trabajo del delantero de Catia es encomiable. Como ha sido buena parte de su carrera profesional, llegó a un club, el West Bromwich Albion de la Premier League inglesa, que se juega temporada tras temporada el no descender.
Un triste papel dentro de una poderosa liga en la que se mueven euros a raudales.
Por eso vemos rescatable los tres goles anotados por el criollo con el West Bromwich. Todos de cabeza. Eso dice un poco en las «condiciones» en la que el espigado delantero criollo se desempeña.
Un club con sistema típico del fútbol británico de los años setenta: pelotazos y centros largos para que llegue el «nueve». En esta caso Salomón Rondón.
El criollo prácticamente nunca recibe una pelota clara para un mano a mano, o al menos para intentar poner en práctica otras herramientas que conoce.
En fin. Sólo contra el mundo.
Eso es ver el lado medio vacío. El aspecto contrario es suponer que al trabajar en condiciones adversas, pues Salomón Rondón aprenderá a defenderse en mínimo espacio, sin comodidad y ante las ocasiones más difíciles.
Eso lo hará crecer como delantero en su club, lo expondrá en la vitrina de la Premier League y por carambola nos beneficiaremos en la Vinotinto.
Los goles de Salomón Rondón con el equipo nacional tienen mucho valor. Por eso lo necesitamos y lo catalogamos como uno de los fijos en un probable once de Noel Sanvicente, este o el otro año y a lo largo de la actual eliminatoria premundial.
Los actuales tres goles de Salomón con West Bromwich Albion equivalen como a 10 con un equipo de mayor peso en Inglaterra, por todo lo que citamos anteriormente.
Esperemos que pronto comiencen a llegar sus goles con la Vinotinto porque de este lado también su peso tendrá valor «en oro», como si de las Minas del Rey Salomón se tratara.