Arte y Fútbol

Autor: Jemmyl Lamprea NOMBRE: DISPUTA MEDIDAS: 70X50 CMS. TÉCNICA: ACRILICO

 

El crear empieza en la idea, la cual se desliza caliente por entre las cóncavas manos hasta copular con la técnica y luego, nacer en la obra.

La palabra crear va asociada a inventar, hacer de  la nada, dar forma, la temática del fútbol como ninguna otra, es un manantial claro y diverso para el artista, desde el orfebre que moldea los metales hasta el consabido escultor que orada la piedra o funde el material, el arte viste lo cotidiano con otra idea, otra sensación que despierta y cautiva. El deporte del fútbol por su plasticidad, colorido, perspectiva y drama psicológico es un tema inagotable de la creación humana.

Desde los antiguos griegos, la belleza en la obra comenzó hacer esencial, la perfección fue atrapando la mirada poco a poco. Una pléyade de escultores dejaron para las generaciones futuras sus grandezas artísticas a través del bronce. Pero hablar 16 siglos después, de arte y fútbol, dos pasiones que conviven en el cenit de la inteligencia humana, es avocarse a otros paradigmas del pensamiento humano, ante el deporte más popular del mundo y un rincón de la sensibilidad humana donde pocos comulgan, el arte.

La musa de crear despierta el hecho detrás del arte en sí mismo, unido a lo que se quiere proyectar en la obra, el artista se debe enamorar de la razón de ser del mensaje, descubrir la comunicación en la pieza antes de ejecutarla, es la simbiosis perfecta entre la técnica y el discurso conceptual, dicho de una manera más práctica, como demostrar el sentimiento del fútbol mediante el arte. Cada cuatro años con motivo de la Copa Mundial, cientos de creadores son felices con el fútbol, artistas de todos los géneros inventan y realizan productos oficiales y muchos más no tan oficiales, en torno al mayor evento del orbe. El Logo, la mascota, el diseño de la pelota, los afiches de las sedes, por nombrar algunos iconos del certamen, que se comercializan exponencialmente en muchos productos afines al campeonato mundial. Últimamente los grafitis o la pintura urbana, es un fenómeno social, debido en gran parte, por la facilidad de realización, el grafiti es una técnica libre, creativa e ilimitada que se desarrolla sobre paredes diversas, algunas imágenes no presentan buenas resoluciones técnicas, pero otros sí, ofrecen mensajes de toda índole. La alegría al abordar el grafiti es su rapidez y libertad de expresión.

La creación humana tiene los límites de Dios, por eso el arte es tan rico y versátil, las obras perduran en el tiempo y el aporte de sus bendecidos también. Decodificar la obra viva del fútbol, una jugada o un grito de gol,  para llevarlo al lienzo, a lo post de la muerte en una estatua, no es solo un pedazo de bronce con forma o tres colores mezclados sobre una tela, es más que eso, es desde la cotidianidad del deporte más popular del mundo, un zapato, un sprint, un movimiento o un grito, darle las virtudes estéticas para cautivar al espectador, ese es el secreto del artista.

Por ejemplo unos zapatos colgados, con la huella del uso perenne en su cuero y trenzas, como hablando todo lo que vivió, en cada refriega, en cada golpeteo de la pelota, te invoca muchas cosas, pero esencialmente un retiro, un descanso del atleta que guindo su instrumento más preciado, para gritar desde otra galería.

Los grandes estadios europeos parecen estar cuidados por enormes esculturas de bronce, que pasaron a la historia. Es un grito en el silencio de todo lo que significó aquel jugador para el club, y entorno a él, se recuerdan sus goles, los títulos, las alegrías vividas, en otro plano más místico se invoca su nombre, en cada lance, como queriendo transferir hechos y vivencias a los que hoy defienden esa camisa que tanto se quiere.

La pieza monumental del gran Zinadine Zidane , en las afueras del colosal coso artístico de Francia, El Pompidou, recoge el momento histórico, pero lamentable, del cabezazo del francés al italiano Materazzi en la final de la Copa Mundial 2006. La desgracia llevada al arte, podríamos leer desde la perspectiva del juego, del resultado inmediato del hecho, la expulsión, pero si nos imbuimos en el análisis artístico, se determina el instante preciso del drama psicológico, de la fuerza interna del ejecutor del cabezazo, transmitido mediante el puño cerrado, mientras en el otro elemento que equilibra la pieza de manera integral, Materazzi asume la ofensa tras un grito antes de caer. Es una pieza magistral, que inmortaliza no el gol, sino el acto final de un dialogo inconocible, palabras muertas  al nacer, por los códigos del fútbol, entre el ofendido y el ofensor.

No hay nada más humano que ayude al equilibrio del pensamiento y el acto, que el arte, pues el invade, sin muchos saberlo, nuestras vidas. Sus tratados y sus iconos a través de la historia, han cambiado el mundo, su forma de verle, trascendiendo en el vestir, el hogar, la arquitectura, los modelos de las cosas, de los ambientes, de lo que usamos a diario.

Todo lo anterior lo podemos constatar en la simbología del fútbol, tomando como referencia de inicio el mundial de 1930, hurguemos en sus camisas, balones, zapatos, arquerías, camerinos etc. Es una arte referido al diseño, a los cambios del material, apoyados en la tecnología y sobre todo la idea humana para conmover, con el color, la liviandad y el contraste de formas y líneas.

El fútbol y el arte, como eventos sociales, consumibles y exponentes genuinos del drama, la angustia, las alegrías, las realidades del ser se infiltra en el orate del artista que percibe como nadie  los códigos de ambos, los contextualiza para que nazca la obra, con alma de afiche, medalla, talla, escultura, pintura, grabado, grafiti, fotografía, novela, película o ensamblaje.

Jemmyl Lamprea
footballarte@gmail.com

Autor: Jenmyl Lamprea NOMBRE: PELÉ MEDIDAS: 120X80 CMS TÉCNICA: ACRÍLICO